CONCEPTOS,
ÁMBITOS Y FORMAS
1. Conceptos
La violencia contra las mujeres está
recibiendo diferentes denominaciones: unas hacen referencia al escenario
habitual: violencia doméstica; otras aluden a la relación y así se habla de
violencia de pareja o conyugal. En los
últimos años se ha acuñado la expresión de violencia de género, porque se
ejerce contra las mujeres por el hecho de pertenecer al sexo femenino. En 1993, las Naciones Unidad, definieron
oficialmente esta violencia en la Asamblea General, en la Declaración para la
eliminación de la violencia contra las mujeres.
El Artículo 1 de dicha Declaración establece que:
<<Violencia de género es cualquier
acto o intención que origina daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a
las mujeres; incluye las amenazas de dichos actos, la coerción o privación
arbitraria de libertad, ya sea en la vida pública o privada>>.
Según investigaciones de la Comisión
Europea (1997), la violencia de pareja en el 98 por 100 de los casos la ejercen
los hombres contra las mujeres. Así,
aunque habitualmente hablamos de ellas, no es un problema <<de>>
sino <<para>> las mujeres, siendo en realidad y fundamentalmente,
un problema de la cultura masculina/patriarcal y <<de>> los
varones.
2. Ámbitos
La violencia contra las mujeres se
expresa en los diferentes ámbitos de la sociedad, a veces de forma velada o
consentida:
Violencia institucional
Todas las sociedades en mayor o menor
medida tienen instituciones que legitiman, oscurecen o minimizan la violencia
contra las mujeres.
Violencia legal
En nuestro país, es un estudio reciente
realizado por la Asociación de Mujeres Juristas, en la Comunidad de Madrid,
observaron que hay un gran déficit en las sanciones penales de la violencia
familiar. Una de sus principales
conclusiones es que <<no es un problema de ausencia de normas específicas
o de mayor severidad de las sanciones, sino fundamentalmente de falta de
voluntad real para aplicar las normas existentes>>. Entre las deficiencias destacan que no se
están adoptando en los procesos judiciales medidas de protección a las
víctimas, salvo en las agresiones mortales frustradas.
Violencia masiva en situaciones de conflicto armado y
desplazamiento
En estos contextos, la aceptación
subyacente de la violencia contra las mujeres se acentúa. Las tropas usan la violación y otras formas
de violencia contra la mujer para destruir <<el honor>> de sus
enemigos. La violación se utiliza como
arma de genocidio. Ejemplos actuales son
los que hemos visto en Yugoslavia donde en 1993 se produjeron 20.000 violaciones
según los observadores de la Unión Europea y lo que seguimos viendo en Argelia.
Violencia política, cultural y religiosa
El caso más dramático es el de
Afganistán, en el que las mujeres están siendo sometidas a las mayores
vejaciones por motivos religiosos. Han
perdido todos sus derechos ciudadanos, no pudiendo acceder ni a la educación ni
a atención sanitaria, ni pueden salir a la calle si no van acompañadas de un
hombre. En Argelia, el Código Argelino
de familia considera a la mujer como una menor durante toda su vida, primero
está bajo la tutela del padre y luego pasa a la del marido. En Nepal, China y otros países del entorno,
las mujeres preadolescentes son arrancadas de sus familias y pasan a convertirse
en las criadas de la familia del marido a quien no han elegido, y que vive
muchas veces lejos de su familia de origen.
Los testimonios de cómo esto afecta a su salud y bienestar de estas
jóvenes son estremecedoras. Hay
comunidades indígenas centroamericanas en las que es práctica habitual, y por
tanto no se denuncia y persigue, el que el hombre viole a la mujer con la que
desea casarse y así se produce la unión de hecho.
La violencia contra las mujeres alcanza
en algunas culturas hasta a las niñas antes de nacer. En India se provocan abortos selectivos
cuando el feto es femenino o se provoca su muerte al nacer. En China, debido a la política de un solo
hijo por familia, se abandonan niñas recién nacidas.
La mutilación genital de las mujeres es
otra práctica ancestral, destinada a impedir el placer sexual y a controlar el
cuerpo y la vida de las mujeres. Según
un informe reciente de la OMS (1996), cada año se añaden aproximadamente dos
millones de nuevas víctimas de mutilación sexual, a un número que asciende
actualmente a 130 millones de mujeres.